Si nunca has oído hablar de la propiocepción, este artículo te va a interesar. La propiocepción es la capacidad del cerebro humano de conocer la posición exacta de cada una de las partes del cuerpo en cada momento. Es por tanto la capacidad que tenemos para movernos adecuadamente y reaccionar para evitar problemas como lesiones, caídas o golpes. Podríamos decir que es la consciencia de nuestra postura corporal con respecto al entorno.
¿Por qué la propiocepción es importante para un corredor?
Como hemos visto, es gracias a la propiocepción que podemos movernos sin problemas y teniendo referencias de nuestro entorno. Entrenando la propiocepción te resultará más fácil adaptarte a los cambios de tu entorno e incluso a cambios rápidos en tu rutina deportiva, algo que, por ejemplo, ocurre en el triatlón. Además, un buen trabajo de propiocepción puede ayudarte en los siguientes aspectos:
- Mejora del rendimiento y la agilidad
- Fortalecimiento de las articulaciones
- Prevención en la aparición de problemas y lesiones
Ejercicios de propiocepción
Existen multitud de ejercicios que te ayudarán a trabajar tu propiocepción. Hemos resumido algunos ejercicios básicos para que te inicies en esta técnica poco a poco y de manera controlada.
Balanceo de piernas
Sitúate de pie con los pies juntos y levanta una pierna, situando todo el peso sobre la pierna contraria. Balancea la pierna que tienes en el aire hacia delante y hacia atrás, intentando mantenerla lo más estirada posible. Puedes ayudarte de los brazos para mantener la postura.
Desplazamiento lateral
Para realizar este ejercicio deberás dar pasos de carrera en sentido lateral, frenando en el último de ellos y quedándote sobre el apoyo del pie que se encuentre más avanzado. Mantén el tronco erguido durante todo el ejercicio e intenta mantener los ojos cerrados sin perder el equilibrio.
Sentadillas
Sitúate de pie con los pies separados igualando el ancho de tus caderas y realiza una sentadilla. Recuerda que para realizarla correctamente, deberás flexionar las rodillas mientras inclinas levemente el cuerpo hacia adelante. Sube lentamente y no bloquees las rodillas. Al realizar este ejercicio, debes tener en cuenta que se trata de impulsarse desde el abdomen y no desde las rodillas. Realiza varias series de un mínimo de diez repeticiones.
Como ves, los ejercicios de propiocepción son fáciles de realizar. Sin embargo, recuerda que el interés de esta práctica reside en la concentración y el uso de los músculos que estás trabajando. Repitiendo estos ejercicios de manera continuada mejorarás tu propiocepción y estabilidad, algo que sin duda tendrá una repercusión positiva en tus resultados deportivos.
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